REPOSA
horizontal mi carne alerta
a
la mansa llamada que amorosa
solicita
la tierra poderosa
con
un aliento extraño en su alma abierta.
Un
hondo corazón se me despierta
para
darse a este amor que no reposa;
¡ay
amor de la tierra!, ¡ay clara rosa
en
que revive mi esperanza muerta!
Horizontal
mi carne, mi entrañable
humanidad
de barro dominado;
mientras
un grito surca lo impalpable.
Mis
ojos al azul se han levantado
¡Tengo
amor a la tierra deleznable
y
estoy también del cielo enamorado!
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