ADÁN PECADOR, Sonetos del destino (1944-1945), Secreta Fuente (1948)


TRÁNSITO por la tierra. Mira el paso,
tu huella, sobre el polvo o en la arena,
cómo marca indeleble tu condena,
tu gravedad amarga, tu fracaso.

Tránsito por la tierra. Ciego acaso,
sin rumbo y sin por qué, dura cadena
que eslabón a eslabón y pena a pena
tu vida ha de amarrar hasta su ocaso.

Tránsito por la tierra. Inútilmente
el corazón esperará su vuelo:
el polvo ha de morder la altiva frente.

Mira en tu desamparo, sobre el suelo
tu pobre barro derrotadamente:
no osen tus ojos elevarse al cielo.


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