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TE he visto el corazón. Como una
rosa
de joven sangre dulce amanecida.
Te he visto el corazón, música en vida,
abrirse en una rosa melodiosa…
Como una rosa viva, milagrosa,
en el jardín del pecho florecida
del rosal de tus venas, y encendida,
de un rítmico latir toda amorosa.
Sí. La vieron los ojos de mi
sueño
que saben ver la realidad ausente,
latir amor cantando su alto empeño…
Y siento que me roba dulcemente
su callada armonía, flor de ensueño
que traspasa tu pecho adolescente.
Un poema cargado de armonía, de fuerza y como no, de sentimiento.
ResponderEliminarCon una imagen que a pesar de haber sido empleada en cuantiosas ocasiones y por múltiples poetas -la rosa- es muy complicado de utilizar en un mismo poema con una descripción tan específica y transportando en ella una musicalidad... sin duda, debo aplaudir esta obra!
un saludo =)