3
TE he visto el corazón. Como una
rosa
de joven sangre dulce amanecida.
Te he visto el corazón, música en vida,
abrirse en una rosa melodiosa…
Como una rosa viva, milagrosa,
en el jardín del pecho florecida
del rosal de tus venas, y encendida,
de un rítmico latir toda amorosa.
Sí. La vieron los ojos de mi
sueño
que saben ver la realidad ausente,
latir amor cantando su alto empeño…
Y siento que me roba dulcemente
su callada armonía, flor de ensueño
que traspasa tu pecho adolescente.